CRÓNICAS DE UNA SALA QUE VIBRA EN EL SUR: EL NUNA.
CRÓNICAS DE UNA SALA QUE VIBRA EN EL SUR: EL NUNA.
Reencuentro con su público, con o sin Dengue: Rodrigo Rojas.
Por Armando Urioste
CRÓNICAS DE UNA SALA QUE VIBRA EN EL SUR: EL NUNA.
Reencuentro con su público, con o sin Dengue: Rodrigo Rojas.
Por Armando Urioste
Ante un lleno completo, sale a escena Rodrigo Rojas y se confiesa: He tenido unos conciertos en Santa Cruz y me he pescado Dengue, he tenido que suspender en Oruro y aquí, pero no podía fallarle a La Paz, al Nuna. Así que con Tónico Vita y una pasión que me impulsa, hace más de dos décadas a componer y cantar. De paso, en la pandemia, perfeccioné mi piano, así que empecemos, quiero presentarles a los músicos de siempre que me han acompañado, Diego Ballón al piano, al bajo y a la batería mi compañero de toda la vida, desde la tierna niñez, un lujo.
Y para sorpresa de todos, dejando a un lado el dengue que no le quita el ritmo, empieza el recital con una capacidad de comunicación escénica pocas veces vista, que se la puede comprender si en el reto que se puso y lo consiguió ser un canto-autor reconocido en la durísima plaza de México, cantando al inicio en locales de jarana, pudo imponerse, convocar la atención y desarrollar una carrera que ha tenido éxitos que lo han llevado a conocer a Armando Manzanero y compartir escena, entre otros, por su capacidad vocal, es decir pasa del canto a la guitarra y luego se vuelva al piano y otra historia, que porque renunció al Reaggeton, y porque es que con sus composiciones originales que le hicieron conocer el éxito, que el público repite y tararea. Humor, inteligencia y profesionalismo.
Y empieza un programa con una diversidad de ritmos, latinoamericanos va desde el bolero, presenta en una ranchera que estrena en La Paz, y comenta que no podía ser uno de los cantautores reconocidos residente en CDMX que no tenga una ranchera, que me sopla un asistente que se la quiere cantar El Potro Fernández y todo porque es una antiranchera, es alguien que no quiere llorar en un bar, sino seguir la vida, con o sin el amor que se quiebra como cristal, y aquí nos sorprende con un tango, dedicado a la abuela de la niñez, con un arreglo de Ballón, de tiempo no escuchar un tango tierno, lleno de afecto y memorias. Es decir, nos demuestra que es además un poeta y que ha publicado varias ocasiones, y en un momento en medio de una canción extrae un ejemplar e incorpora a la canción un fragmento de su creación. La sala se colma de aplausos y gritos.
Veinte años atrás, un músico en potencia decide probar en el DF. de entonces, su vocación y hoy veinte y tantos después, es un músico con varios discos editados con sus composiciones, y que ha llenado la sala de conciertos del Palacio de las Artes en México, y no se queda allí, quiere volver al Nuna de La Paz, cada año si el dengue no le tiende una emboscada.
Si se lo perdió, no me heche la culpa. AUN.